martes, 1 de noviembre de 2011

El cuerpo doliente como lienzo para la obra de Arte. Bob Flanagan en X-Teresa


Según Freud, los temas del arte y la literatura se podrían reducir a solamente cuatro: el origen, la muerte, el amor y el cuerpo. Sobre éste último, muchos son los artistas contemporáneos de vanguardia que recientemente han utilizado el cuerpo doliente, lacerado, deformado o incluso mutilado como una forma de expresión estética, en algunos casos de manera muy radical. Sin embargo, esto no tiene nada de novedoso; la historia del arte nos muestra una inmensa lista de trabajos con el mismo tema, algunos realmente magistrales como el Grupo de Laocoonte, la transverberación de Santa Teresa de Bernini, y los innumerables Cristos sangrantes crucificados. De éstos últimos, existen algunos ejemplos barrocos mexicanos realmente impresionantes.
En la pasada Muestra Internacional de Performance que cada año se presenta en X-Teresa Arte Actual (Licenciado Verdad 8, Centro Histórico) se llevó a cabo la premier en México de una cinta de culto esperada por cierto público mexicano: Sick: The life & death of Bob Flanagan, un claro ejemplo del extremo al que puede llevarse el cuerpo humano en el campo del arte del performance. Dirigida por Kirby Dick, el documental muestra con un excelente ritmo la transformación de la mortal fibrosis quística que padecía el artista neoyorquino Bob Flanagan (1952-1996) que pasó de ser un terrible padecimiento a convertirse en un tema para desarrollar todo un concepto artístico donde el dolor se convierte en placer, el cuerpo es el lienzo y toda clase de fluidos humanos son las tintas. Siempre apoyado por su pareja sadomasoquista (dominatrix) Sheree Rose, Flanagan experimenta todo tipo de tormentos auto inflingidos, pero siempre perfectamente controlados, combinados con prácticas sexuales que hacen que el espectador tome conciencia de que el cuerpo es un vehículo de sensaciones en un amplio abanico que va del placer al más terrible dolor y de regreso. La manera en la que Flanagan entrega su cuerpo a Rose es sublime. El hombre completamente inválido por su creciente enfermedad encuentra un extraño alivio en ese dolor-placer que su mujer dominante le aplica enfocándose en prácticas artísticas donde el amor, el placer sexual sadomasoquista, y el sufrimiento controlado llevado al extremo compiten con los padecimientos propios de una enfermedad terminal largamente anunciada.
La película se convierte en una obra  maestra cuando se vuelve única, pues el protagonista principal muere durante el rodaje. Efectivamente, Bob Flanagan recae intempestivamente y sus últimos días, con toda la agonía expresa, son cuidadosamente filmados haciendo de éste documento una pieza de alto valor artístico, pues el propio Flanagan sabe que está muriendo, pero aún así no deja de considerar él mismo su muerte como un último performance. Recordemos que Flanagan y el director Kirby estaban terminando el proyecto que llevaría por nombre “The Viewing” donde una cámara metida en el ataúd del artista registraría el proceso de putrefacción del cadáver de Bob Flanagan, una vez que éste falleciera. Sin embargo, su repentina muerte y las dificultades técnicas cancelaron este proyecto. Aún así, la última escena del documental muestra un frasco con las últimas flemas emitidas por Bob Flanagan y el director y la esposa dialogando al fondo sobre el significado de la muerte.
No deja de ser admirable la actitud de un hombre, gravemente enfermo desde los 18 meses de edad, condenado a muerte desde los 22 años y sobreviviendo otros 20 en un dolor crónico, sublimando una enfermedad por medio de la elevación artística, canalizando el padecimiento hacia una estética del cuerpo doliente con gran pasión. Los cuatro temas de Freud en la obra de un verdadero artista.

Armando Carranco